
“Nos incrementaron desde mediados del año pasado hasta ahora casi un 250 por ciento, y en abril o mayo nos volverán a subir, es desesperante” expresa afligida una empleada municipal, quien convive con su esposo, docente, y dos hijos. Ella, al igual que muchos, ve con preocupación la suba de los valores de los alquileres y la incertidumbre por la inflación que impera en el país.
Para esta vecina, el incremento más fuerte se dio ahora en febrero, un 150 por ciento aproximadamente, en consonancia con la desregulación del mercado de alquileres por parte del gobierno nacional.
Desde la derogación de la Ley de Alquileres, supuestamente esta abriría más opciones para los inquilinos, prevalecería la oferta y la demanda, entre otros puntos. Sin embargo, los propietarios e inmobiliarias son las que tomaron el toro por las astas y parecen decidir a conveniencias propias. Lo real es que los dueños son dueños, el que quiere alquilar debe pagar lo que se pide sino no hay contrato.
Otro punto para sacar provecho es la necesidad del inquilino. El déficit habitacional, el problema del acceso a la casa propia o como mínimo de un terreno para edificar, son puntos a favor del sector inmobiliario o propietarios para sacar partida a la hora de pactar un acuerdo; de esta forma, el inquilinato se ve entrampado. A todo ello se suma la paralización de proyectos de construcción de viviendas por parte del estado nacional.
Si bien la situación en Las Termas de Río Hondo es menor en comparación con otras ciudades, la preocupación también avanza en aquellos termeños que tienen a sus hijos estudiando en Santiago, Tucumán o Córdoba, donde sí o sí deben alquilar.
En este caso, algunas familias se dieron con incrementos de hasta un 200 por ciento en lugares donde sus hijos alquilan hace varias temporadas.
“Alquilar hoy es un desafío y de seguir así, se quedarán sin inquilinos, nos duele pero no podremos hacer frente a eso, también hay que pagar la comida y otros gastos” puntualiza un padre que tienen a su hija estudiante en San Miguel de Tucumán.
Como en todos los casos, la preocupación no solo se da por el hecho de haber recibido el golpe, sino por la incertidumbre de saber qué pasará a futuro.
La postura del sector inmobiliario
Por otra parte, consultado el tema con un agente inmobiliario, este sostuvo que, “la inflación pega a todos”. “Solo en servicios ya tenemos una fuerte suba, por lo que, inquilino que alquila con expensas incluidas seguro sufre un incremento más alto del alquiler, y aún estamos esperando qué pasará con el impuesto inmobiliario, nadie alquila para perder” agregó.
En la misma línea, se le preguntó qué pasaría si los inquilinos dejan los alquileres por no poder hacer frente al pago de los mismos, respondió: “Nadie aumenta por gusto, te repito, nadie alquila para perder, pero no creas que no nos preocupa que se pueda perder clientes, por eso siempre estamos dialogando y evaluando la situación para que no perdamos ninguna de las partes”.